Recorrer THE SILENT ROUTE es una aventura para la que hay que ir preparado. Los pueblos que recorre son pequeños y no cuentan con muchos de los servicios habituales en otras geografías como cajeros automáticos, además pocos establecimientos admiten pago con tarjetas, por lo que conviene llevar dinero en efectivo.
Tampoco hay gasolineras en su trazado, por lo que, aunque no sean muchos kilómetros, hay que llenar el depósito previamente.