Las parameras Ejulvinas

Siente el sereno espíritu del páramo en la extensa llanura que abre la ruta desde  Gargallo (N-211). Un espacio con una atmósfera propia en el inicio de un recorrido en el que predominan los relieves retorcidos y  las orografías indomables;  caracterizado por los atardeceres ebrios de color y las amplias panorámicas sólo limitadas al sur por la belleza tranquila y majestuosa del pico Majalinos.

Mirador sobre el valle del Escuriza

La extensa planicie de la paramera ejulvina se quiebra bruscamente hacia el oeste para dar paso al valle del río Escuriza en sus primeros metros de recorrido, a los pies de la sierra de Majalinos y de la pequeña localidad de La Zoma. El discreto río discurre  por el interior de un extenso y valioso bosque de pinos de rodeno lleno de sorpresas, como los viejos túneles de un tren que nunca llegó  -el proyecto de línea de ferrocarril entre Teruel y Alcañiz que nunca se puso en funcionamiento pero del que quedaron las estaciones, puentes y túneles víctimas del paso del tiempo y del olvido- ; una cuidada área recreativa en un bucólico paraje a orillas del recogido embalse de Tejeda; las surgencias del nacimiento del  río bajo las rocas que dominan buitres y cabras montesas, o la increíble variedad de colores que nos ofrecen los cortados sobre calizas, areniscas, arcillas o leonarditas. Un paraíso para los amantes de los rincones tranquilos que se puede observar casi en su totalidad desde el mirador al borde del páramo o recorrer  a través del sendero que une Gargallo con Ejulve.

Aeródromo del Campillo (Guerra Civil)

Localizado a 1.125m de altitud en el límite entre los municipios de Ejulve y Gargallo, a los pies de la Sierra de Majalinos, en la paramera. Aeródromo de circustancias construido por los Republicanos que sirvió de apoyo en la Batalla de Teruel. Los Republicanos encargados de su defensa eran el 21 cuerpo de Ejército de la República, divisiones  70 y 47. fue ocupado el día 15 de marzo del 38 por la División IV de Navarra, perteneciente al Cuerpo de  Ejército de Galicia del General Aranda. Todavía hoy se observan las marcas del impacto de los antitanques sobre el edificio principal.

Queda en pie, aunque sin cubierta, el edificio principal. Se pueden observar también trincheras, nidos de ametralladoras y depósitos subterráneos. Las pistas se han desdibujado con el tiempo aunque es fácil imaginárselas justo enfrente al edificio en una explanada que destaca por la falta de arbolado.

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