Cantavieja ha sido comparada con un antiguo navío. Podríamos imaginar la quilla, el mástil (la torre de la iglesia), la poderosa cubierta… O con un “nido de águilas”, tal como describe el General Joaquín Jovellar en 1875, en su informe sobre las operaciones de sitio y asalto a la plaza en la última guerra carlista. Las operaciones de eta última guerra deterioraron las fortificaciones de Cantavieja pero, por fortuna, se conserva un impresionante conjunto arquitectónico en el interior de la villa, articulado en torno a la magnífica plaza porticada, considerada una de las más bellas de Aragón, presidida por las fábricas del ayuntamiento yla iglesia de la Asunción de Nuestra Señora. Otra de las joyas del patrimonio de la Villa es la Iglesia gótica de San Miguel, que esconde un sepulcro en alabastro que no se puede dejar de visitar.