La aventura se inicia en el camino, repleto de perfumes y de matorrales. Paralelo, en meandros y saltos, corre un río caudaloso que se embosca en la maleza y fluye vertiginosamente con su melodía de agua y trinos. Al llegar la panorámica es insuperable: el misterio del agua que brota de la peña, su hervor que se desploma en cascada, las miles de tonalidades que adquiere. Un disfrute para los sentidos.

La configuración cerrada del relieve y el abundante aporte de agua que disfruta este tramo del valle del río Pitarque propician unas favorables condiciones climáticas de humedad y termicidad para el desarrollo de un rico y variado paisaje vegetal. La fauna de Pitarque, al igual que la flora, resulta variada e interesante, destacando la trucha común, la nutria y el cangrejo de río, así como el buitre leonado y la cabra montés.

Declarado Monumento Natural por el Gobierno de Aragón en 2009, está incluido también en las figuras de protección ZEPA “Río Guadalope – Maestrazgo” y LIC “Muelas y Estrechos del río Guadalope”.

Más información de la ruta.

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