La A-1702 une pueblos con sabor a otra época y con el encanto que les da una arquitectura sobria en la que destacan los pequeños detalles en aleros, ventanas, puertas … Pueblos que simulan naves varadas en lo alto del promontorio como Villarluengo, o que se adaptan a la pendiente cual un manto vegetal como Ejulve, estampas de belleza detenida en el tiempo como la Cañada. Destacan las iglesias y sus torres que se elevan en un caserío dominado por la arquitectura popular salpicada de palacios, molinos, arcos, blasones, ermitas y plazas.