Si por algo se ha hecho famosa The Silent Route es por sus curvas, y si a alguien le gustan las curvas es a los moteros, entre los que se ha hecho muy popular. Recorrerla y disfrutarla se ha convertido en un “must”, en un deber imprescindible.
Tienes que estar dispuesto a parar las veces que haga falta, porque cada curva, cada recodo de la carretera, depara una sorpresa. Barrancos imposibles, pueblos encaramados a los altozanos, miradores de vértigo, paisajes infinitos, masías, torres fortificadas, monumentos naturales…
Disfruta sobre todo de asomarte a los miradores, a los que existen en la propia carretera, a los que tienen los pueblos escondidos en sus calles y de aquellos a los que te tienes que desviar un poco. Merece la pena.
Y pasea por las calles, prueba la gastronomía, compra los productos de la zona o, simplemente, toma un café o un refresco antes de seguir la ruta. Y no olvides pedir tu pegatina, para que todos sepan que has recorrido The Silent Route.
Establecimientos donde pedir tu pegatina:
- Hotel Venta de la Pintada (Gargallo)
- Bar-restaurante Moliner (Gargallo)
- Los Alcores, tienda (Gargallo)
- Casa Rural María Teresa (Ejulve)
- Casa Rural y restaurante Mirador del Maestrazgo (Ejulve)
- Alimentación Tere (Ejulve)
- Comercio Cárnicas Ortín (Ejulve)
- Bar Carretera (Ejulve)
- Bar El Portal de la Silent (Ejulve)
- La posada de Pitarque (Pitarque)
- Fonda Josefina (Villarluengo)
- Comercio Jamones el Rullo (Villarluengo)
- Hotel de La Trucha **** (Villarluengo)
- Multiservicio La Vega (Cañada de Benatanduz)
- Bar Restaurante 4 Vientos (Cantavieja)
- Hotel Balfagón (Cantavieja)
- La Posada (Cantavieja)
- Tienda de regalos Cantavieja